sábado, 4 de febrero de 2017

¿Qué es el sindrome de piernas inquietas y por qué puede afectar en situaciones de insuficiencia renal crónica?


Uno de los síntomas más desconocidos, pero no por ello menos frecuente que pueden afectar a las persona afectadas de insuficiencia renal crónica avanzada, es el síndrome de piernas inquietas. En muchas ocasiones, debido a su desconocimiento, los síntomas no se tratan y pueden llegar a ser realmente invalidantes, al producir ansiedad, trastornos del sueño, cansancio durante el dia, y, en general, empeoramiento significativo de la calidad de vida de la persona afectada por este síndrome. En las próximas líneas hablaremos sobre en qué consiste y que tratamientos hay para solucionarlo.



¿En qué consiste el síndrome de piernas inquietas?

Lo primero que hay que decir es que no se trata de una situación exclusiva de las personas que acuden a diálisis, ya que se puede presentar en personas sin insuficiencia renal, aunque es relativamente frecuente en enfermedad renal crónica avanzada.
En general, dos son los síntomas principales en este síndrome,
-          necesidad de mover las piernas, debido a sensaciones molestas en la parte más baja de las mismas, en muchos casos referido como calor, dolor, hormigueo o simplemente inquietud.. La única forma de mitigar o aliviar esos síntoma es con el  constante movimiento de las piernas
-          insomnio, provocado por el movimiento constante de las piernas durante el sueño. En el caso de los enfermos en diálisis, suele ser más frecuente el día que han acudido al hospital a dializarse, aunque no siempre es así. Lo que suele ser prácticamente común es el empeoramiento de todos los síntomas por la noche, con lo que la calidad del sueño suele ser muy mala

Al no poder descansar bien durante la noche, se entra en una espiral de ansiedad, cansancio extremo, falta de energía y, en definitiva, empeoramiento importante de la calidad de vida de la persona que lo sufre.


 Causas del síndrome de piernas inquietas

En cuanto a la causa de este síndrome, se cree que es debido a la presencia de tóxicos que no se limpian del organismo en situaciones de insuficiencia renal crónica avanzada, lo cual provoca el déficit de un neurotransmisor llamado dopamina. Los neurotransmisores son unas sustancias que intervienen en la transmisión de los impulsos eléctricos a través de los nervios, Por ello, al no funcionar  adecuadamente se producen en este casos esas extrañas sensaciones que obligan al movimiento continuo de las piernas. Es, como si en una instalación eléctrica tuviéramos constantemente una cable que estuviera produciendo un cortocircuito.

¿Cómo se trata?

Una vez hemos conocido en qué consiste este síndrome, a continuación veremos qué se puede hacer para corregirlo. El primer paso, será siempre aplicar medidas no farmacológicas, es decir, medidas sencillas, pero que pueden contribuir a mejorar los síntomas y la calidad del sueño. Entre estas medidas están:

 evitar consumir cafeína, excitantes y alcohol, especialmente en las últimas  horas  de la tarde y justo antes de acostarnos


-evitar cenas copiosas. Todos hemos sentido como después de una cena demasiado abundante es más difícil conciliar el sueño y estamos más intranquilos. Si además hemos bebido algo de alcohol, los efectos se multiplican.

-realizar ejercicio físico durante el día de forma regular, preferentemente aeróbico ( correr, nadar, andar, montar en bicicleta), pero no justo antes de ir a la cama, ya que eso nos activaría y dificultaría conciliar el sueño
- dejar de fumar, y por supuesto, no consumir drogas de ningún tipo.



- podria ser útil recibir masajes sobre las piernas

Cuando las medidas anteriores no han funcionado, es necesario recurrir al empleo de medicamentos para tratar de corregir los síntomas. Entre los más utilizados se encuentran:
-          Pramipexol, aunque teóricamente no se podría usar en diálisis, a dosis muy bajas es bien tolerado y muy eficaz en controlar los síntomas del síndrome de piernas inquietas
-          Ropirinol, este medicamento, al igual que el anterior es también muy eficaz en el manejo de este síndrome. Al igual que en el caso anterior, debemos emplear dosis muy bajas. Ambos medicamentos actúan sobre el metabolismo de la dopamina, sustancia que estaba alterada, como vimos en el apartado anterior, en estos casos.
-          Antes de la aparición de estos medicamentos se empleaba Clonacepam, sin embargo su eficacia es mucho menor y a menudo produce sueño
-          Gabapentina es otro fármaco que se ha empleado en estos casos, con eficacia
-          En casos de ausencia de respuesta a ningún tratamiento se podría valorar el tratamiento con opiáceos, si bien sus efectos secundarios son muy importantes.



 Una cosa muy importante es saber identificar bien el síndrome para poder poner un tratamiento adecuado, ya que en muchos casos podemos pensar que se trata de un insomnio rebelde que no responde a ningún medicamento. Por ello, es fundamental , comunicar bien qué nos pasa y qué notamos, para que el personal  de diálisis que nos atiende pueda identificar si se trata de un síndrome de piernas inquietas y poder así tratarlo de forma específica.


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