miércoles, 7 de enero de 2015

Algunas plantas cuyo uso conviene evitar en personas con trasplante renal


En anteriores entradas de este blog ya hemos hablado de los potenciales beneficios y perjuicios que el consumo de algunos plantas puede tener en el funcionamiento de los riñones. Hoy, nos centraremos en las personas que han recibido un trasplante renal, en las que su sistema inmunológico (las defensas que nos protegen frente a las infecciones y que reconocen todo lo extraño al organismo,  como es un riñón procedente de otra persona) debe estar frenado para evitar un rechazo, y consiguientemente la pérdida de funcionamiento del nuevo riñón.


Ello se logra mediante medicamentos muy potentes llamados inmunosupresores, que se encargan de disminuir la actividad del sistema inmunológico. Entre estos fármacos se encuentran, por ejemplo: Azatiporina, Ciclosporina, Tacrolimus, Prednisona, Everolimus, Sirolimus, Micofenolato de Mofetil, Ácido Micofenolico... Pues bien, algunas plantas pueden actuar potenciando o disminuyendo la actividad de estos compuestos y, asimismo, por sí solas pueden aumentar o disminuir la actividad del sistema inmunológico, por lo que habrá que tener mucho cuidado con su empleo.



¿Por qué pueden modificar algunas plantas la actividad de algunos medicamentos inmunosupresores?

Cuando un fármaco es ingerido  por una persona,  después de pasar por el estómago e intestino, entra en  la sangre, dirigiéndose  al hígado. Aquí, tienen lugar  una serie de reacciones químicas que transforman unas moléculas en otras que serán las que se distribuirán por la sangre a todos los lugares de nuestro cuerpo, y producirá los efectos que deseamos al tomar ese medicamento. Dicho de otra manera, si queremos que una persona trasplantada tenga en su sangre unos niveles de Tacrolimus de 6 ng/ml , tendrá que tomar una cantidad determinada de pastilla, pero luego su hígado será el encargado de mediante unas reacciones químicas lograr que en la sangre haya esa cantidad. Por eso, unas personas toman más cantidad y otras menos para lograr el mismo nivel de molécula activa en sangre.

Pues bien, algunas plantas tienen la capacidad de alterar las reacciones químicas de transformación en el hígado, acelerándolas o enlenteciendolas, con lo que los niveles de molécula activa del medicamento inmunosupresor pueden alterarse enormemente, de ahí el peligro que pueden suponer en estas personas

Algunas plantas a evitar en trasplantados renales

Antes de nada, hay que señalar que hay pocos trabajos que hayan estudiado la relación entre plantas y medicamentos inmusopresores. Aquí hablaremos de las más conocidas, pero probablemente existan muchas más, aunque no existen referencias de ellas:

-    Alfalfa . Al parecer el consumo de esta planta, activa directamente el sistema inmune, por lo que tiene efectos contrarios al de los medicamentos inmunosupresores. Existe un caso descrito de una persona que presentó un rechazo agudo de riñón trasplantado asociado a la toma de esta planta.



-  Hipérico. Una de los casos más estudiados de interacción plantas- medicamentos inmunosupresores. De hecho en uno de los libros más completos sobre fitoterapia, como es: La Biblia de las Plantas Medicinales escrito por Helen Farmer Knowles, se recomienda en caso de consumir cualquier  medicamento consultar siempre al médico antes de tomar Hipérico, debido a sus múltiples interacciones . Pues bien, esta planta se ha empleado como antinflamatorios en crema de masajes, y para el tratamiento del herpes, con bastante eficacia, pero al metabolizarse en el hígado altera de forma importante los niveles del inmusopresor Ciclosporina, por lo que está totalmente contraindicado su uso en trasplantados renales que tomen esta medicación. Además, es bastante probable que también altere los niveles de otros fármacos como son Tacrolimus y Everolimus, por lo que se desaconseja totalmente su uso en cualquier persona con un órgano trasplantado.


-    Hierba del clavo, existe un caso descrito de una persona  trasplantada renal cuyas concentraciones de Ciclosporina se incrementaron notablemente tras el consumo de esta hierba y se normalizaron tras su suspensión, por lo que su utilización está contraindicada.
-   Regaliz. Ya hemos hablado de esta planta en una entrada previa  por sus efectos para producir hipertensión arterial. Además, podría potenciar la actividad de los corticoides que se emplean para prevenir el rechazo en el trasplante renal, por lo que mejor evitar su uso en estos casos.



-    Naranja amarga. A pesar de sus innumerables beneficios, como son el ser fuente importante de vitamina C, la variedad amarga de la naranja puede actuar modificando los niveles de medicamentos inmunosupresores, recomendando no consumirla en situaciones de trasplante. 

 Otras plantas que también conviene evitar en trasplante renal.                                                  

  Si bien, las plantas que hemos citado anteriormente son las más desaconsejadas en trasplantados renales, hay otras que citamos a continuación para las que existen dudas sobre su seguridad, por lo que en general deberían evitarse. No hay estudios claros sobre efectos negativos en humanos, pero las pruebas realizadas en laboratorio, sugieren no consumirlas. Entre ellas se encuentran:
-   Ajo (en forma de concentrados).
-   Equinácea.
-  Ginseng (muy empleado en la medicina tradicional China para estimular el sistema inmunológico, protegiendo de infecciones, pero con posibles efectos negativos en trasplantados renales).



-   Ginkgo.
-  Uña de gato, al actuar probablemente alterando las concentraciones en plasma de medicamentos inmunosupresores.
Dado que probablemente la lista de plantas con posibles efectos sobre el funcionamiento de un trasplante renal es mucho más amplia, como consejo general, siempre consultar con su médico antes de consumir  cualquier planta, aunque sea en aplicación de crema, ya que siempre se absorberá una cierta cantidad y, en caso de duda, abstenerse de su empleo.    

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