domingo, 12 de enero de 2014

¿Es normal que se me hinchen los pies?



En esta entrada hablaremos sobre un problema bastante frecuente, como es la aparición de edemas. Si bien, el contenido de este post excede un poco la temática del  blog, ya que su presencia no es siempre consecuencia de una enfermedad renal. No obstante, dado que es un síntoma que en ocasiones alarma mucho y puede traducir la presencia de alguna enfermedad importante (aunque en otros casos sea benigno), creo importante el dedicarle unas líneas.

¿Qué son los edemas?

Lo primero es saber de qué estamos hablando, ya que es una palabra que se utiliza mucho, pero en ocasiones de forma no correcta. Edema es la acumulación de líquido fuera de los vasos sanguíneos, es decir en el exterior de arterias, venas y capilares. Pero, para que sea evidente, la cantidad acumulada debe ser de varios litros, es decir, que el proceso que lo ha ocasionado lleva ya tiempo en marcha.


Como generalmente solemos pasar tiempo de pie, el exceso de líquido tiende a descender por gravedad y acumularse en pies, tobillos y parte inferior de las piernas. En personas encamadas, por el contrario, como suelen estar más tiempo boca arriba, suele ser más evidente en la región inferior de la espalda, al acumularse igualmente por gravedad.

¿Por qué se forman los edemas?

En condiciones normales el líquido no se escapa de los vasos sanguíneos al haber un equilibrio entre dos fuerzas que actúan en sentidos opuestos: la presión hidrostática y la presión oncótica. Vamos a tratar de explicar cómo actúan estas fuerzas con unos ejemplos:
- en el caso de la presión hidrostática, imaginemos por un instante una tubería  por donde circula gran cantidad de agua a gran presión . Si la tubería es muy fina se romperá y el líquido saldrá al exterior. Cuanto más volumen circule por la cañería, la presión será mayor y las probabilidades de que se rompa serán mayores (dependerá de la resistencia del material y otros factores). Pues bien, esa fuerza sería la presión hidrostática, de modo similar a como actúa en nuestro cuerpo, tiende a sacar líquido del interior de los vasos sanguíneos hacia fuera.

Por  poner otro ejemplo de esta fuerza, si alguno de los lectores conoce el parque Yellowstone en Wyoming (Estados Unidos) puede imaginarse la presión tan brutal que debe haber en el subsuelo, para de forma periódica, crear el espectáculo de los géiseres que expulsan chorros de agua a alturas increíbles. 


- la otra fuerza responsable del equilibrio del líquido entre los vasos sanguíneos y el espacio por fuera de ellos es la presión oncótica. Imaginemos a continuación, que tenemos dos recipientes separados con una membrana muy fina que sólo deja pasar el agua, pero no las sustancias disueltas en ella. En el recipiente A echamos gran cantidad de azúcar y en el B muy poco. ¿Qué pasará? Pues, que el líquido va ir moviéndose desde  B a A para tratar de igualar las dos concentraciones  (en la naturaleza todo tiende al equilibrio). Pues bien, esa fuerza  es la presión oncótica.




En nuestro organismo,sucede algo parecido. Como la concentración de proteínas en sangre es mucho mayor que fuera de los vasos sanguíneos, el líquido tenderá a moverse hacia dentro de ellos para tratar de igualar la concentraciones de proteínas a uno y otro lado. No lo va a conseguir, pero sí la aparición de esa fuerza (presión oncótica) se opone a la presión hidrostatica y, de esta forma se genera un equilibrio. Es, como en el juego de la cuerda, donde unos tiran de un lado, otros de otro y, mientras tanto la cuerda no se mueve.



El resumen de fuerzas que actúan sería algo asi:


Causas de los edemas: el equilibrio inestable
Como hemos visto en el apartado anterior, en condiciones normales, intervienen fuerzas opuestas en el mantenimiento del líquido en el interior de los vasos. Cualquier alteración de estas fuerzas va a desencadenar salida de líquido de los vasos y la acumulación fuera de ellos originando edemas. Veamos las causas más frecuentes:
- si hay disminución en la concentración de proteínas en sangre, la presión oncótica  disminuye, y por tanto, el líquido sale. Ésto sucede fundamentalmente en
1)    enfermedades de hígado (al no formarse adecuadamente las proteínas),
2)   malnutrición severa ( todos tenemos en mente las lamentables imágenes de hambrunas donde aparecen niños con el abdomen muy hinchado por acumulación de líquidos)
3)    renales (al perderse proteínas que no deberían por unos riñones que no funcionan bien). Sucede fundamentalmente en las glomerulonefritis. Remito al lector a la entrada publicada en este blog para ampliar información sobre estas enfermedades.



- edema producido por mal funcionamiento del corazón ( insuficiencia cardíaca ). Al no poder bombear bien la sangre, ésta se queda retenida con lo que aumenta la presión en todo el sistema venoso, que acaba extendiéndose a los capilares. El aumento de la presión hidrostática va a provocar el mismo efecto que el géiser del parque Yellowstone: salida de líquido fuera de los vasos sanguíneos


En el caso de la insuficiencia renal muy avanzada sucede algo parecido, al no orinar se van acumulando líquidos que aumentan la presión hidrostática con lo cual el líquido sale fuera de los capilares produciéndose edemas.



- edema producido por alteraciones hormonales, como por ejemplo, alteraciones del tiroides que modifican la permeabilidad del vaso sanguíneo, es decir, no se altera el equilibrio de presiones pero si las caracteristicas de la pared del capilar.

- edema por varices o trombosis venosas, en este caso al producirse un obstáculo en la vena, la presión aumenta (al igual que si  tapamos una tubería) y se producirá edema pero de forma típica sólo en una pierna.

- hay muchas causas de edemas, como la obstrucción de los vasos linfáticos, trastornos hormonales como la menopausia, el embarazo..., pero por simplificar nos quedaremos con éstas, como las más frecuentes.

En resumen, es éste un síntoma que pueden producirlo multitud de causas, desde una situación fisiológica como el embarazo hasta un grave trastorno hepático o una insuficiencia renal muy avanzada, por lo que, como veremos en la próxima entrada de este blog, su tratamiento variará según la causa que lo produzca.















2 comentarios:

  1. Que tratamiento hay para los pies hinchados en una persona con dialisis peritoneal

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  2. Que tratamiento hay para los pies hinchados en una persona con dialisis peritoneal

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