lunes, 28 de marzo de 2022

Pomelo en trasplantados de riñón, ¿ es aconsejable su consumo?

Una de las futas más populares en algunos países, es el pomelo. Es un cítrico de escaso contenido calórico, y que aporta bastante vitamina C y fibra. Además, su consumo es muy beneficioso por ser antioxidante natural, fuente de vitamina A (además de la C, que ya hemos señalado anteriormente), tener propiedades antisépticas y ser cardiosaludable. Pero, ¿es aconsejable su consumo en personas trasplantadas renales?


El pomelo en trasplante renal

En trasplantados renales no es adecuado el consumo de esta fruta. La razón es que interfiere en el metabolismo de los medicamentos que se dan para evitar el rechazo de riñón (inmunosupresores), como Tacrolimus y Ciclosporina, y de esta forma, al alterar su vía de eliminación, hace que los niveles en sangre se vean modificados, con el peligro que esto supone, tanto de favorecer un rechazo renal, como de toxicidad. Estos medicamentos, como explicamos en la entrada correspondiente a los inmunosupresores, tienen unos niveles en sangre que  deben estar siempre entre unos valores determinados. Si el valor sube, habrá problemas por toxicidad y efectos secundarios, si baja, no estaremos bien protegidos, con el consiguiente riesgo de rechazo. Pues bien, si alteramos la vía de eliminación que tiene el organismo de estos medicamentos (el metabolismo hepático), se van a modificar los niveles en sangre, aunque se siga tomando la misma dosis, con consecuencias que pueden ser bastante importantes. Pensemos en un ejemplo, si por una carretera circulan muchos coches y en vez de 4 carriles, se quedan en 2, habrá atascos y el nivel de tráfico aumentará. Eso mismo es lo que sucede en el hígado si tomamos pomelo y medicamentos inmunosupresores y los niveles en sangre del fármaco.  
Por todo ello es mejor evitar el consumo de pomelo en trasplantados renales. Esta misma recomendación, se puede hacer extensiva a cualquier persona que tenga un órgano trasplantado (corazón, pulmón, hígado, páncreas...) y tome medicamentos para evitar un posible rechazo.

Como alternativa, podemos tomar otra fruta (siempre que el potasio esté controlado) que aporte vitamina C, fibra y tenga efectos beneficiosos como el pomelo, pero sin los efectos sobre los medicamentos para evitar el rechazo. Se puede consumir sin problemas, fresas, naranjas o mandarinas. 

domingo, 20 de marzo de 2022

¿Pueden tomar fresas las personas que se dializan?

Con la llegada de la primavera al hemisferio norte, van llegando a los climas templados las frutas de la temporada primavera-verano y con ello, la variedad de las mismas es mayor. Una de las primeras es la fresa, que ya se encuentra en los supermercados desde febrero, pero es ahora y hasta el mes de mayo cuando se recolectan las variedades de mayor sabor y calidad. Pero, ¿es un alimento adecuado para las personas que se dializan?


Contenido de potasio de las fresas 

El principal problema de las fresas, como el resto de frutas, para los enfermos en diálisis viene dado por su contenido en potasio. Esta fruta aporta 161 mg por cada 100 gr de alimento, con lo cual nos encontraríamos en un rango moderado-bajo. Por comparar con otras frutas de contenido bajo-moderado, la pera aporta 116 mg, la manzana 120 mg y la mandarina 171 mg, es decir un poco más que las fresas. Entonces, ¿ por qué ha sido tradicionalmente evitado como fruta a consumir en los enfermos en diálisis? Quizá por la dificultad en controlar la cantidad exacta de fresas que tomamos. Si comemos una manzana sabemos que ingerimos una pieza, pero en el caso de las fresas, al ser pequeñas, muchas veces se comen grandes cantidades, sin darnos cuenta. Hay que pensar que 4 fresas de tamaño medio ya suponen aproximadamente 100 gr de producto. 


Un aspecto a tener en cuenta es el potasio habitual que presenta la persona que acude a diálisis. No es igual el que se maneja siempre con cifras normales (por ejemplo entre 4,5-4,9 mEq/l), que quien tiene tendencia a elevar mucho los valores de potasio. En este último caso, será mejor evitar las fresas y consumir sólo frutas de muy bajo aporte de potasio, como peras y manzanas. 

Otra consideración importante es el día de la semana que se consumen las fresas. Siempre mejor entre semana, nunca en periodo largo, ya que la acumulación de potasio va a ser mayor. Es decir, si alguien se dializa en turno de lunes, miércoles, viernes, no tomarlas el domingo (peor día posible), sino el miércoles o viernes antes de acudir a diálisis. 

Beneficios de las fresas

Los principales beneficios del consumo de esta fruta son: 

- contiene fibra, necesaria para el buen tránsito del aparato digestivo.

- es un buen aporte de vitamina C.

- tiene propiedades antiinflamatorias.

-y, muy importante, presenta un bajo contenido en azúcares, con lo que pueden ser consumidas por personas diabéticas.

Consejos para personas en diálisis

Como resumen de lo anterior, aconsejaría tomar una cantidad moderada de fresas (4 de tamaño medio) a personas en diálisis, siempre que: 

- tengan los valores de potasio controlados.

- no lo hagan nunca en periodo largo de fin de semana.

- no consuman además otra fruta ese día, es decir, si se comen fresas, no se puede tomar a continuación una mandarina. 

Un último consejo, es mejor comer fresas al natural, sin nata, ya que estaríamos añadiendo el potasio que se encuentra en dicho producto. Tampoco recomiendo echar mucha azúcar a las fresas para su consumo, ya que además de enmascarar su sabor, estaríamos sometiendo al organismo a una sobrecarga importante de azúcar (especialmente peligrosa en diabéticos).

miércoles, 16 de marzo de 2022

Hemodiálisis en casa, ¿es posible?

A comienzos de marzo ha tenido lugar en Albacete el congreso nacional de diálisis peritoneal y hemodiálisis domiciliaria. La conclusión más importante de dicho evento ha sido impulsar el tratamiento con hemodiálisis en casa en aquellos enfermos de riñón en los que sea posible. Ya habíamos hablado sobre ello en una anterior entrada de marzo de 2017 en este blog, pero actualizamos la información dado los avances que ha habido en los últimos años 


Ventajas de hemodiálisis domiciliaria

En primer lugar, la comodidad de hacerlo en casa, evitando desplazamientos al centro de diálisis. En grandes ciudades puede no ser un problema, pero en provincias de poblamiento disperso, el ahorro de tiempo puede ser muy importante. Además, en muchos casos puede compatibilizarse con un horario laboral, organizándonos cuándo dializarnos, lo cual es mucho más difícil en un centro de diálisis convencional. 

Al hacerse en casa, la sensación de control sobre la propia enfermedad es mayor y suele repercutir en una mejoría del estado de ánimo. Si ya de por sí es duro tener que afrontar una insuficiencia renal avanzada y el tener que ir cada 48 horas a diálisis el hacerlo en casa contribuye a mitigar el shock que supone la nueva situación. El estar acompañado de familiares, seres queridos... mientras se realiza diálisis lo hace mucho más llevadero. 

Una última ventaja, y muy importante, es el hecho que se suelen tener mejores resultados clínicos en los enfermos que se hacen hemodiálisis domiciliaria frente a los que acuden a hospital o centro de diálisis, con un coste menor. La explicación es que en muchos casos se opta por una modalidad de diálisis corta pero varios días a la semana ( por ejemplo 2 horas 30 minutos 5 días a la semana), con lo cual al limpiarse la sangre de forma más frecuente (y más parecida al riñón funcionante) mejora la tensión arterial, el potasio, el fósforo, la anemia, la nutrición...y en general el estado de salud de la persona. 

Inconvenientes de la diálisis domiciliaria 

Como no todo son ventajas, hay que conocer que esta técnica también tiene una serie de requisitos y posibles inconvenientes para su realización:

- se precisa de un lugar para dejar el material de diálisis, la máquina (aunque no es muy grande) y se precisa una toma de agua. En algunos casos habrá que hacer una pequeña obra o situarse cerca de la llegada de agua. En personas que vivan en pisos muy pequeños, puede ser un problema.

- además, siempre es necesario que haya una persona acompañante que sepa reaccionar ante un posible imprevisto (raro, pero posible), como un mareo, malestar... Se suele realizar una formación adecuada y hay siempre una línea telefónica para contactar con un profesional, pero en el caso de enfermos que viven solos o con acompañantes que no puedan atender a la persona que se dializa en caso de complicación, no sería posible llevar a cabo esta técnica.

-por último, hay que tener en cuenta que si no se llevan a cabo las medidas de asepsia e higiene adecuada las infecciones de fístula o de catéter pueden ser más frecuentes, y potencialmente más graves, con lo que en aquellos domicilios donde no se pueden cumplir estas normas, es mejor no implantar esta técnica.

Para quién sí

Como resumen de lo anterior, ¿para quién estaría indicada esta técnica?

Serían personas con: 

-apoyo familiar.

-domicilio de suficiente tamaño.

-que pasen diálisis buenas, sin mareos, calambres, nauseas.

-sin problemas de salud graves que imposibiliten este tratamiento: problemas cardiacos serios  (arritmias, anginas de pecho), problemas circulatorios, respiratorios...

-con fistula o catéter que funcione bien y sin infecciones.

-motivadas, tanto ellos como su familia.

-rigurosas y serias en el tratamiento: No sirve decir hoy no me quiero dializar aunque me toque. 


Con todo ello, es bueno conocerlo, saber que cada vez se ofrece más en los distintos hospitales de nuestro país y si se ajusta al perfil del enfermo renal contemplarlo como una posibilidad más. 


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