viernes, 27 de enero de 2012

la importancia de la comunicación y la empatía en las relaciones sanitarias

Daniel Goleman, psicólogo y autor de libros de gran éxito como Inteligencia Social e Inteligencia Emocional entre otros http://danielgoleman.info/, comentaba en uno de ellos la sensación que experimentó cuando al acudir a una consulta de Urología, le indicaron la necesidad de realizarse de una biopsia de próstata. Desde ese momento, según relata, su mente se bloqueó totalmente mientras su interlocutor, el médico, continuaba hablando  sin levantar siquiera la mirada para tratar de evaluar las respuestas de la persona a la que se estaba dirigiendo, de tal manera que al salir de la consulta no sabía en que consitía la información que le había transmitido el urólogo.
Esta situación no es nada infrecuente. En efecto, a veces al acudir a un profesional sanitario se puede tener la sensación de que " no me escuchan", o de que a la persona a la que le estoy hablando " no le interesa nada lo que me pasa ". No es extraño acudir a la consulta de un médico, y que éste se limite a exponer de mala gana y con pocas e ininteligibles palabras las pruebas a realizar para diagnosticar una posible enfermedad, sintiéndose, además,  molesto si nos atrevemos a realizar algunas preguntas sobre nuestra enfermedad. Algunos vídeos de youtube que ilustran esta situación

 Afortunadamente, ésta no es una situación generalizada en todas las relaciones sanitarias, ya que hay profesionales muy empáticos. Y aquí ya ha salido la palabra clave, en mi opinión, en toda relación sanitaria, la empatía. Sin ella, es imposible realizar una buena asistencia, es decir dicho en otras palabras, no podemos ayudar a curar alguien sino mostramos interés por esa persona. La empatía no consiste en sentir lo mismo que el otro, evidentemente si a mí me duele el estómago y a la otra persona no, no podrá experimentar la misma sensación de dolor que yo. Pero,  podrá empatizar conmigo, si muestra interés por mi dolor, preguntándome cómo me encuentro, si puede hacer algo por mí....es decir en otras palabras, preocupándose por cómo está la otra persona. Seguramente el dolor persistirá, pero la sensación de que " a alguien le importa cómo me siento" cambiará la percepción del mismo haciéndolo más llevadero. Veamos el siguiente vídeo cómo ejemplo de ésta otra situación

En el caso de las enfermedades crónicas, como la insuficiencia renal, la comunicación y el saber escuchar, en definitiva tratar de empatizar adquiere mayor relavancia. Estamos hablando de personas con enfermedades a menudo de largo recorrido, con disminución en la calidad de vida, y en bastantes ocasiones, incurables. ¿ Cómo no vamos a escucharles cuando nos cuentan que se han acatarrado, les duele la cabeza, están deprimidos o comen mal? Escucharles y tratar de ayudarles a encontrarse mejor no sólo con pastillas sino también con compresión e interés. Son éstas, en mi opinión, herramientas muy eficaces para ayudar a restituir la salud de una persona en la medida de lo posible. Desterremos, por tanto, del mundo sanitario pensamientos como el que me decían cuando era residente " no dejes que hablen los enfermos, córtales bruscamente cuando te cuenten algo que no te interese", o aquel otro profesor que en primer curso de facultad nos decía: " a partir de ahora vais a estar en el otro lado, ya no en el de los enfermos, sino en el de los que tienen el poder en esta relación."

Para saber más sobre la empatía y sus relaciones neurológicas recomiendo los siguientes vídeos ( están en italiano, pero se entienden más o menos bien)
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