Al igual
que en hemodiálisis, los pacientes con insuficiencia renal crónica que precisan tratamiento con diálisis peritoneal pueden presentar el mismo tipo de
infecciones que las personas sin afectación renal, aunque con mayor
gravedad, ya que como explicábamos en el apartado de hemodiálisis, la
enfermedad renal crónica produce una disminución en la eficacia del sistema defensivo del organismo.
Además, en diálisis peritoneal se puede
producir un tipo de infección que constituye la complicación más importante y frecuente en
las personas que se dializan mediante esta técnica.
Es la peritonitis, de la cual hablaremos a continuación.
¿ Qué
es una peritonitis ?
En la
entrada sobre diálisis peritoneal ya mencinábamos que en este tipo de técnica
el peritoneo (cubierta natural que recubre nuestras vísceras) actúa como membrana de diálisis y la cavidad que queda entre sus dos capas se ocupa
por líquido que se infunde y extrae
periódicamente. Pues bien, la
infección del peritoneo es lo que se
denomina peritonitis.
En este
método de diálisis es fácil imaginar que al realizar
varias extracciones e infusiones de líquido al día sea relativamente fácil la entrada de gérmenes al interior del peritoneo o si aparece infección del orificio de salida del catéter (cosa nada extraña al estar en contacto con la
piel y especialmente si hay algún tirón del catéter). Sin embargo, mediante el
seguimiento de unas medidas estrictas de higiene y prevención podrá reducirse de manera
importante el riesgo de presentar una peritonitis.
¿Cuando sospechar una
peritonitis?
Los síntomas más frecuentes de una
peritonitis son: dolor abdominal y líquido peritoneal turbio. El
dolor suele ser intenso, de inicio brusco y generalizado y que además aumenta mucho al soltar bruscamente tras haber apretado previamente de manera suave el abdomen.
El líquido abdominal turbio se identificará al ver el aspecto de la bolsa tras extraer el contenido
peritoneal que había permanecido desde el
intercambio anterior. En caso de duda puede ser útil
poner debajo de la bolsa una hoja de papel con letras y ver si éstas se leen bien. Si el líquido
es normal y transparente no habrá problemas, pero en caso de
peritonitis no será posible, viéndose borroso por la turbidez .
Otros síntomas que también pueden aparecer son: náuseas y vómitos, diarrea, fiebre, escalofríos.
¿ Qué
hacer ante una sospecha de peritonitis?
Una
peritonitis es una situación que puede ser grave, ya que
si bien es cierto que en la mayoría de los casos la evolución va a ser buena con un
antibiótico adecuado, la demora en
iniciar el tratamiento puede ocasionar una situación grave y peligrosa, pudiendo desencadenarse una sepsis
(infección generalizada del organismo).
Por tanto, se recomienda que ante una sospecha clara de peritonitis (dolor
abdominal y líquido peritoneal turbio)
acudir de inmediato al hospital más cercano, independientemente
de la hora del día que se trate, para iniciar
el tratamiento lo antes posible.
¿ Cómo
se trata una peritonitis ?
Como
hemos señalado previamente el
tratamiento es mediante antibióticos. Inicialmente, como no
conocemos la bacteria que lo está produciendo se manda una
muestra del líquido turbio para cultivar en
el laboratorio de microbiología y saber así que germen está presente (es muy útil por ello llevar al hospital la bolsa donde hemos
detectado turbidez). Sin embargo este proceso de identificación de la bacteria dura días
y, como hemos comentado anteriormente, se trata de una situación que puede ser grave, por lo que se inicia un tratamiento
con una combinación de antibióticos que ataquen a la mayoría
de las bacterias conocidas. Una vez identificado el germen se continúa tan sólo con el más eficaz frente a dicho germen hasta completar unos 10 ó 15 días de tratamiento.
En la
mayoría de los casos el antibiótico se administra en la propia bolsa de diálisis peritoneal (es decir va disuelto en el líquido). De esta forma se ataca directamente a las
bacterias, siendo más eficaz que si se diese en
comprimidos por boca o incluso directamente en vena.
¿ Qué
se puede hacer para prevenir una peritonitis?
En las últimas décadas se ha reducido de manera
muy importante la frecuencia de aparición de peritonitis. Ello se ha
debido a la mejoría en los sistemas de conexión y desconexión, pero también a la aplicación de forma universal de unas
medidas preventivas. Entre ellas se encuentran:
- medidas
generales como: lavado de manos, limpieza de superficies, limpieza escrupulosa
de la habitación donde se realizan los
intercambios, uso de mascarilla y cierre de la puerta mientras se realizan
conexiones y desconexiones, como explicábamos en la entrada sobre diálisis peritoneal.
-
vigilancia
estricta del orificio por donde sale el catéter
peritoneal, y ante el menor dato de infección
(enrojecimiento, salida de pus, dolor) acudir al hospital para valorar iniciar
tratamiento antibiótico en pomada o cápsulas.
- en las
personas que portan la bacteria Staphylococcus aureus en su nariz iniciar
tratamiento con pomada de antibiótico para erradicarla, al
igual que en el caso de la fístula y catéter.
- ante
cualquier prueba u operación que afecte al aparato
digestivo, urinario o ginecológico se deben tomar antibióticos preventivos, por existir riesgo de paso
de bacterias al peritoneo.
- y, por último, ante cualquier duda sobre la presencia de una
peritonitis (líquido dudosamente turbio,
dolor abdominal difuso) es mejor acudir al hospital para descartar su presencia
y no esperar a que la situación empeore.