sábado, 30 de enero de 2016

¿Qué son los inmunosupresores y para qué se utilizan en el trasplante renal? (I)


En ésta y en siguientes entradas vamos a hacer un repaso a la medicación que se utiliza en el trasplante renal para evitar un posible rechazo: los inmunosupresores. Hablaremos de para qué sirven, cómo deben tomarse, qué posibles efectos secundarios tienen y cómo se combinan habitualmente estos medicamentos.

El sistema inmune y los inmunosupresores

Uno de los problemas más importantes tras haber recibido un trasplante renal es el de la aparición de un posible rechazo. Esto sucede porque nuestro cuerpo tiene un sistema de vigilancia encargado de reconocer y eliminar todo aquello que le es extraño,  esto es, el sistema inmune. Funciona como un ejército que defiende las fronteras frente a invasores extraños (como pueden ser bacterias, virus, hongos…) los cuales, de no existir el sistema inmune acabarían en poco tiempo con el funcionamiento del cuerpo, produciendo la muerte.
Pero el problema, es que el riñón trasplantado también es extraño al organismo, al ser originario  de otra persona, y por tanto, el cuerpo activa de inmediato sus defensas para destruirlo. Sin ninguna medicación que lo frene,  se produciría un rechazo masivo que conduciría a la pérdida de ese nuevo riñón. Es por ello, que la persona trasplantada debe tomar de por vida unos medicamentos llamados inmunosupresores, que sirven para inactivar al sistema inmune y así evitar un posible rechazo. Es como si para evitar que ese ejército dispare a nuestro espía que va a atravesar la frontera disfrazado de enemigo lo que hacemos es reducir la guardia de fronteras. No podemos quitar a todos porque si no, estaríamos expuestos a cualquier invasión, como sucede en nuestro cuerpo donde si nos pasamos disminuyendo la actividad del sistema inmune, habrá un riesgo altísimo de que entren virus y bacterias provocando una infección muy seria. Por ello, lo fundamental será mantener un equilibrio entre la inmunosupresión que impida un rechazo, pero sin aumentar de manera importante el riesgo de infecciones.

La inmunosupresión va variando a lo largo del tiempo, pero nunca desaparece

Lógicamente, al principio, en los primeros días tras la operación de trasplante renal,  el riesgo de rechazo es altísimo, ya que, como hemos señalado anteriormente,  estamos introduciendo en nuestro cuerpo un órgano totalmente extraño a nosotros. Es por esto, que en este momento la dosis de inmunosupresión es máxima, y conforme va pasando el tiempo se va disminuyendo progresivamente, ya que el organismo va acostumbrándose de manera parcial al nuevo órgano, aunque como el riesgo de rechazo siempre permanece latente, habrá que tomar medicación inmunosupresora de por vida .


Algunos tipos de medicación inmunosupresora

Aunque en futuras entradas hablaremos un poco más en detalle de los tipos de inmunosupresores y sus posibles efectos secundarios, citaremos ahora los más usados y el nombre por el que están comercializados en España.
-    -Prednisona (Dacortin) (sobre este medicamento recomiendo leer un muy buen artículo del blog Crónicas de una enferma crónica)
-         - Ciclosporina ( Sandimmun )
-         - Tacrolimus ( Advagraf, Prograf)
-          -Micofenolato de mofetil/Ácido micofenólico ( Myfortic, Cellcept)
-         - Azatiporina ( Imurel)
-        -  Everolimus ( Certican)
-        -  Sirolimus ( Rapamune)
Para saber más sobre el tema de los inmunosupresores, recomiendo visitar algunas entradas de blogs amigos como el de Esther Garcia Schmah: Crónicas de una enferma crónica y el de Ana Hidalgo: Vivir con insuficiencia renal.


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