En los últimos
años han proliferado multitud de dietas ricas en proteínas, bien para perder peso, o con el fin de aumentar masa
muscular entre personas jóvenes que acuden a gimnasios con este fin. ¿Son inocuoas estas prácticas?. ¿Tienen algún riesgo en situaciones de insuficiencia renal?. ¿Pueden en casos extremos dañar
el riñón y provocar insuficiencia renal?. En las siguientes lineas
hablaremos de ello
¿Cómo actúan las dietas hiperproteicas?
El mecanismo por el que actúan estas dietas es el siguiente: al aumentar de manera importante
el consumo de proteínas, proporcionalmente disminuye el de grasas, de tal manera que tras unas semanas se consigue ir reduciendo la cantidad de tejido
adiposo (grasa) que contiene nuestro organismo, y de esta forma se disminuye
peso.
Por otro lado, al aumentar la cantidad de
proteínas, se consigue como otro efecto aumentar la masa muscular, con lo que
se logra de manera relativamente rápida
el efecto buscado por tantas personas: perder peso y ganar músculo.
¿Qué pasa en
en los riñones?
Al haber una mayor ingesta de proteínas, también se producirá
un mayor metabolismo de las mismas, es decir, el
organismo echará
mano de ellas como combustible para obtener energía. Como consecuencia, en el hígado
se producirá
mayor cantidad de urea, que es el producto final de
deshecho de las proteínas. Esta urea se elimina por los riñones,
con lo que el efecto final es que estamos sobrecargandolos, provocando que
trabajen más. En personas que ya tienen algún
grado de insuficiencia renal, aunque sea leve, este hecho puede ser muy
perjudicial, y de hecho, una de las recomendaciones que se efectúan en casos de enfermedad renal moderada o avanzada es justamente
la contraria: realizar una dieta pobre en proteínas,
para tratar de proteger el riñón enfermo. Por tanto, en casos de insuficiencia renal puede ser
bastante peligroso seguir una dieta de este tipo
¿Se puede dañar un riñón sano por un exceso de proteínas?
Éste es un tema controvertido, algunos
autores sostienen que no existe problema alguno, mientras que otros trabajos
realizados en ratas sanas han encontrado un aumento en el tamaño de los riñones de aproximadamente un 30% tras someterlas a una dieta
hiperproteica, con lo que algún efecto debe haber. En nuestro caso, hemos encontrado algunos
chicos jóvenes que acudían a gimnasio y tomaban gran cantidad de suplementos proteicos y presentaban
algunas alteraciones en las analíticas de riñón. Afortunadamente, se resolvieron tras suspender dichas prácticas.
Como consejo, me parece correcto la expuesta
en un artículo sobre este tema en la Revista Andaluza de Medicina del
Deporte donde se comenta que todos los individuos deben analizarse sus
niveles de urea, creatinina y pérdida
de proteínas en orina, antes de comenzar con alguna dieta hiperproteica. Añadiría, además, que si se inicia, deben seguirse por un profesional estos parámetros de funcionamiento renal y en caso de cualquier mínima alteración de ellos, suspender la dieta.
¿Pueden afectarse
otros órganos por las
dietas ricas en proteínas?
Según
algunos autores también el hueso podría afectarse, al producirse una mayor fragilidad ósea, con riesgo de fracturas. Este es un tema controvertido aún, pero que hace que personas con osteoporosis ( pérdida de masa ósea) tengan que tener mucho cuidado si deciden seguir una dieta
hiperproteica. En cualquier caso, siempre se recomienda tomar más calcio si se decide aumentar la toma de proteínas.
En conclusión
1) se desaconsejan dietas hiperproteicas si hay cualquier tipo de
afectación renal, mucho más si la enfermedad está avanzada
2) en personas sanas, no queda claro si puede haber un daño a largo plazo. Si se decide hacerlo, comprobar siempre que los
análisis de riñón están totalmente normales
3) en casos de osteoporosis
severa, no se aconsejan estas dietas
Importantísimas estas precauciones, gracias por hacerlas conocer.
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