En la anterior entrada de este blog hemos hablado sobre
algunos de los inmunosupresores más utilizados en el trasplante renal, como son: Corticoides, Ciclosporina y, sobre todo, Tacrolimus. Hoy, comentaremos algo de
otro inmunosupresor muy utilizado, como es Micofenolato de Mofetil/Ácido
Micofenólico, otros dos medicamentos de la misma familia, cuyo uso va
aumentando en los últimos años, como son Sirolimus y Everolimus y por último,
un fármaco, que se empleó mucho al comienzo de los trasplantes, pero cuyo uso
es actualmente testimonial: Azatioprina.
Micofenolato de
mofetil/Ácido micofenólico
Este medicamento se desarrolló a
mitad de la década de los 90 y, combinado con Tacrolimus, que también surge más
o menos por esos años, revolucionó el pronóstico del trasplante, disminuyendo
de forma importante la aparición de rechazo. Sin embargo, como todos estos
fármacos, no está exento de efectos secundarios y, uno de los más frecuentes
era la aparición de diarrea. Tanto es así, que a los pocos años se desarrolló
otra forma parecida, llamada Ácido micofenólico, con la misma potencia, pero
que producía mucha menos diarrea, y que actualmente es la más utilizada. En
España su nombre comercial es Myfortic.
Este medicamento, también puede
producir otros efectos secundarios, aunque algo más raros:
- - descenso en los niveles de glóbulos rojos,
blancos, plaquetas
- -además de diarrea, a veces puede aparecer
molestias de estómago, nauseas,
Muchas veces, los efectos
secundarios mejoran al bajar la dosis, y
no es necesario llegar a suspender del todo el medicamento.
Sirolimus y Everolimus
Son dos inmunosupresores muy parecidos entre si, con la misma potencia
y efectos secundarios. La diferencia entre ellos es que Sirolimus se toma una vez al dia y
Everolimus dos. Ambos no se suelen utilizar como primera opción, y se suele
reservar para cuando hay algún problema con alguno de los otros medicamentos o es aconsejable su uso por alguna otra circunstancia:
- si hay intolerancia digestiva por diarreas importantes con Micofenolato y es preciso suspender este medicamento
- si hay daño en el riñón por el empleo de Tacrolimus o Ciclosporina y hay que suspenderlos y cambiar por Sirolimus o Everolimus
- si hay una infección por virus que pueda ser seria, como por ejemplo: herpes, citomegalovirus, varicela-zoster.. ya que estos medicamentos tienen efectos que impiden que los virus proliferen
- en caso que haya un tumor maligno, ya que estos fármacos además de tener efecto anti rechazo, favorecen el que las células malignas no crezcan.
Y, nos `podíamos preguntar, si tienen estos efectos positivos, ¿por qué no se emplean de manera generalizada?. La respuesta es que su poder anti-rechazo es un poquito menor que con los fármacos más utilizados ( Tacrolimus, Micofenolato), y, por tanto, se reservan para situaciones especiales. Son, como el jugador de un equipo de fútbol que está en el banquillo y sólo sale al campo cuando el partido se pone feo, para intentar arreglarlo.
Además, como todos los inmunosupresores, este grupo de fármacos también tienen efectos secundarios:
- aumento de colesterol (muy frecuente)
- si hay pérdida de proteinas por el riñón, ésta podría empeorar
- a veces, puede producir anemia, descenso de glóbulos blancos, plaquetas
- en ocasiones, hinchazón de piernas, y muy raramente inflamación pulmonar o reacciones alérgicas.
Azatioprina
Por último, diremos unas palabras del medicamento Azatioprina, inmunosupresor que se empleaba al principio de comenzar los trasplantes de riñón, pero cuyo uso decayó al surgir la Ciclosporina, que era mucho más potente. Actualmente, ya no se emplea, y tan sólo en alguna persona cuyo trasplante sea anterior a la década de los 80 o muy al principio de ésta, y cuyo funcionamiento sea óptimo, se puede ver su utilización. También, al igual que todos estos medicamentos, presenta bastantes efectos secundarios, siendo el más frecuente la anemia y el descenso en los valores de glóbulos blancos y plaquetas.
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