domingo, 12 de marzo de 2017

Hemodiálisis en casa: cuándo, cómo y para quién.



En los últimos años, ha habido un pequeño auge de una técnica de diálisis que permanecía en el olvido desde la década de 1980, es la hemodiálisis domiciliaria. Consiste en la realización de hemodiálisis en el propio domicilio, aunque con algunos matices y diferencias sobre la diálisis “clásica”, la del hospital, que comentaremos a continuación.


 Historia de la hemodiálisis domiciliaria

Lo primero que diremos es que no se trata de una técnica nueva, sino que ya se empleaba en la década de 1970. De hecho, según algunos estudios en 1973 el 30% de los pacientes de Estados Unidos se dializaban mediante esta técnica (aunque evidentemente ni las máquinas ni el material tenían nada que ver con el actual). Sin embargo, durante el final de esa década, comienzos de 1980 la hemodiálisis domiciliaria cayó en el olvido, al surgir la diálisis peritoneal como modelo de técnica en casa y considerarse que el resto de pacientes que no podían realizarse ese tipo de diálisis deberían realizarlo en el hospital o centro de diálisis más cercano. Sin embargo, en la década pasada, ha habido un resurgir del interés por la hemodiálisis domiciliaria, ya que, por ejemplo, había personas que deseaban realizarse el tratamiento en casa, pero en cuyo caso no era posible la diálisis peritoneal por distintos motivos médicos o técnicos.

Actualmente, la situación es muy variable entre unos paises y otros, ya que si bien por ejemplo, en Australia o en Nueva Zelanda suponen un 20 o 30% del total de personas que se dializan, en otros casos como en Portugal, Grecia o Rusia no suponen ni el 1%, según datos de 2013. En España, si bien al comienzo de la década actual el porcentaje era testimonial, ha habido un incremento en los últimos años, aunque muy lejos de australianos o neozelandeses.


 Modalidades de hemodiálisis domiciliaria

Prácticamente desde el inicio de la técnica, en los años 70 se observaron dos tipos de modalidades de hemodiálisis domicilaria:
-          un tipo de diálisis de larga duración que habitualmente se realizaba durante las horas que la    persona estaba dormida ( 6-8 horas). Esta modalidad predominaba en América del Norte
-          otro tipo con diálisis más cortas de 2-3 horas, pero más frecuentes ( 5-6 días a la semana), la más utilizada
-          existen experiencias combinando ambos tipos, con hemodiálisis nocturnas y frecuentes, como las realizadas en el Hospital Western de Toronto (Canadá)

 Ventajas de la hemodiálisis domiciliaria

En general, ambos tipos de modalidades presentan importantes ventajas, sobre la hemodiálisis convencional que se efectúa en hospital. Pensemos que al limpiar durante más tiempo o más frecuentemente , nuestra sangre, nos estamos acercando un poco al normal funcionamiento del riñón, con lo que los beneficios serán evidentes. Entre ellos señalaremos:
-          mejora la supervivencia, como han demostrado algunos estudios
-        mejora el funcionamiento del corazón e impide el engrosamiento del mismo, comparado con la diálisis convencional
-        mejora la eliminación de fósforo, con lo que no se acumula en exceso, y es necesario tomar menos pastillas para disminuirlo.
-          mejora el control de la anemia
-        la persona que se somete a esta técnica percibe una mejor calidad de vida y siente que toma las riendas de su enfermedad


 Inconvenientes de la diálisis domiciliaria

Sin embargo, como todo en la vida, también esta técnica tiene su punto débil y es el problema de las infecciones, que son un poco más frecuentes a las observadas en personas que acuden a dializarse al hospital. Al emplearse más frecuentemente la fístula o el catéter, el riesgo de infección aumenta Aunque hay que indicar que cuando se siguen las medidas de higiene estrictas, como ponerse mascarillas en la conexión y desconexión, lavarse bien las manos, tener muy limpia la habitación o el cuarto donde se efectúa la técnica, las infecciones disminuyen mucho. Por tanto, lo más importante será enseñar a la persona que va a realizarse la diálisis a coger una buena rutina de limpieza y cuidado estricto para evitar contaminar la fístula o el catéter.

¿Quién puede realizarse hemodiálisis domiciliaria?

En principio, cualquier persona puede realizar esta técnica de diálisis, si bien algunas circunstancias particulares la harán poco aconsejable en casos concretos, como por ejemplo:
-          en personas diabéticas, con muy mal control de cifras de azúcar, con bajadas y subidas muy frecuentes podría no estar indicada, ya que pueden ser necesarias medidas para normalizar el azúcar que sólo se pueden aplicar en el hospital, como administrar sueros con glucosa, o insulinas de acción rápida.
-      igualmente, en aquellas personas que se encuentren muy inestables durante la sesión de diálisis, con bajadas de tensión, mareos, vómitos, calambres... es mejor acudir al hospital a dializarse, por lo menos mientras persista esa situación inestable.
-          en aquellos casos de pacientes muy dependientes, que por problemas de movilidad, vision, o cualquier problema de salud, el realizarse diálisis en casa, suponga una sobrecarga muy importante para él o los cuidadores
-          en personas con problemas frecuentes de infecciones de fístula o catéter
-          en aquellos casos en que realizar hemodiálisis en casa suponga un estrés muy importante para el paciente, por miedo o inseguridad


Por tanto, si bien los beneficios de la técnica parecen evidentes, no en todos los casos es recomendable y habrá que ir individualizando caso por caso. Lo importante es que la persona que tiene que optar por un determinado tipo de técnica cuando se encuentra en la fase de insuficiencia renal avanzada sepa que existe esta posibilidad y en qué consiste, para así poder tomar una decisión adecuada. 






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