viernes, 5 de octubre de 2012

¿Qué es y para qué sirve la EPO?


 

A muchas personas, sobre todo seguidoras de deportes como el ciclismo, la palabra EPO, puede sonarles a doping o fraude deportivo, ya que lamentablemente algún deportista  ha empleado esta sustancia de forma incorrecta para mejorar sus resultados deportivos.

 

No obstante, en muchas ocasiones los enfermos con insuficiencia renal crónica avanzada precisan la administración de esta sustancia en aquellos casos en que se presenta anemia asociada a la propia enfermedad renal. En esta entrada hablaremos sobre las funciones que cumple en el organismo y por qué debe administrarse en estos pacientes.

 

¿ Qué funciones cumple la EPO en el organismo?

 
La eritropoyetina o EPO es una proteína producida por los riñones que se encarga de regular la producción de glóbulos rojos (las células encargadas de transportar el oxígeno a todos los rincones del organismo). Por ello, ante situaciones de anemia o de déficit de oxígeno (por ejemplo un problema pulmonar) los riñones responden produciendo más EPO, que a su vez estimula la producción de más glóbulos rojos para corregir la anemia y/o llevar la suficiente cantidad de oxígeno a las células del cuerpo. Por tanto, aplicando una comparación, el riñón actuaría como el gran  jefe regulador de una línea de autobús, que ante largas colas de viajeros esperando (déficit de oxígeno) da una orden mediante un mensaje (aumenta la producción de EPO) para que salgan más autobuses de las cocheras y así disminuir las colas de gente esperando (aumenta la producción de glóbulos rojos).

 

 

 Y, en insuficiencia renal, ¿qué pasa?

 

Todo lo anterior sucede si el riñón funciona bien, y de ese modo se pueden regular las cifras de glóbulos rojos en función de las necesidades del organismo (por ejemplo las personas que viven a una altitud muy elevada habitualmente, tienen valores más altos de hematíes o glóbulos rojos para compensar la menor cantidad de oxígeno que hay a estas altitudes).
 
Sin embargo, los enfermos con insuficiencia renal crónica no tienen esta capacidad de adaptación y su riñones no pueden  producir suficiente cantidad de EPO, con lo que es frecuente que estos enfermos presenten cifras de anemia, ya que falta el estímulo que  obligue a la médula ósea a producir una mayor cantidad de glóbulos rojos.
 
Por todo ello, antes de la década de 1990, era muy frecuente que los pacientes en diálisis presentasen anemia y debieran ser sometidas a transfusiones continuas para mantener unos niveles decentes de actividad (al presentar un déficit severo de glóbulos rojos y no llegar suficiente oxígeno a los músculos cualquier mínimo ejercicio suponía un esfuerzo gigantesco para estas personas).
 
 
No obstante, a partir de mediados de los años 90 se empezó a comercializar EPO que venía a corregir los niveles insuficientes que no producía el organismo. Ello supuso un gran avance y limitó mucho la necesidad de transfusiones, así como mejoró la calidad de vida de estos enfermos.

Hoy en día contamos con EPO de distintas generaciones con pautas de administración en cada sesión de diálisis, semanal, quincenal o mensual según el caso;  habitualmente de manera intravenosa en diálisis o de forma subcutánea en diálisis peritoneal, transplante renal o consulta de enfermedad renal avanzada. Sin duda ninguna, ha supuesto un avance enorme para estos enfermos.

 

Riesgos de una excesiva corrección

 

En los primeros años de comercialización de la EPO, se empezaron a administrar dosis elevadas con el fin de corregir totalmente los niveles de anemia en estos pacientes. Sin embargo, algunos estudios posteriores comprobaron que una excesiva corrección produce una mayor riesgo de muerte al haber más riesgo de infartos de miocardio y problemas de trombosis, con lo que actualmente se recomienda mantener unos niveles de hemoglobina en torno a 11-12 gr/dl, que es ligeramente inferior a los valores que puede presentar una persona sana.

 

¿ Hay alguna otra causa de anemia en insuficiencia renal?

 

El déficit de EPO es la causa más frecuente de anemia en los pacientes en diálisis, pero no la única. Frecuentemente es preciso administrar hierro por presentar deficiencia en sus niveles, lo cual puede contribuir al descenso en los valores de glóbulos rojos. Igualmente, hay que suministrar en ocasiones vitamina B12 y ácido fólico por niveles disminuidos, lo cual puede ser otra causa de anemia.

 

Para saber más...

 

Recomiendo la lectura del blog de Ana Hidalgo, donde la autora hace un repaso a la anemia en insuficiencia renal. Se puede consultar haciendo click aquí.

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