En esta entrada hablaremos sobre
la biopsia renal, una técnica que se realiza desde hace
varias décadas (aunque lógicamente el procedimiento ha ido mejorándose con el transcurso del tiempo), y que en
muchas ocasiones es fundamental para poder tratar adecuadamente una enfermedad
renal y evitar un deterioro irreversible del funcionamiento de los riñones. Nos centraremos en los casos en que se
puede efectuar así como en los fines con que se realiza y
en una entrada posterior hablaremos sobre la técnica en sí y las posibles complicaciones
que podrían aparecer.
Sobre la palabra biopsia
El oír el término biopsia tiene en
muchas personas unas connotaciones muy negativas, ya que inmediatamente se
asocia con la palabra cáncer. Pues bien, ésto no es del todo cierto , ya que si bien en
muchos tumores es necesario extraer una muestra del tejido y analizarlo al
microscopio (que es en lo que consiste una biopsia ), en muchas otras
enfermedades no malignas también se
realiza este procedimiento, como por ejemplo, en las enfermedades renales.
Por tanto, diremos que una
biopsia no es más que extraer un trozo minúsculo de un tejido u órgano para analizarlo al microscopio, con el
fin de determinar el tipo de enfermedad que tiene ese órgano. En el caso que nos ocupa se analiza una pequeñísima muestra de un riñón, y si hablamos de biopsia renal casi nunca
tiene nada que ver con cánceres de riñón sino con otro tipo de enfermedades
diferentes.
¿Para qué se realiza una biopsia renal?
Como hemos comentado
anteriormente, esta técnica se efectúa cuando tenemos dudas sobre el tipo de
enfermedad que está afectando a los riñones, y por tanto, el tratamiento podría variar en función de los resultados obtenidos. Cuando a pesar de las dudas, el
tratamiento va a ser el mismo en todos los casos, no está justificado realizar este procedimiento dado
que presenta algunos riesgos (aunque pequeños).
Por resumir un poco las
enfermedades en que se puede efectuar una biopsia renal:
-
en glomerulonefritis (afectación de los glomérulos), donde según el tipo de afectación el tratamiento variará radicalmente.para más información sobre glomerulonefritis se puede consultar el siguiente enlace .
- en insuficiencia renal aguda (es
decir, los riñones dejan de funcionar de forma
brusca) y si no hay ninguna causa aparente que justifique el llegar a esa
situación. Por ejemplo, si una persona
tiene insuficiencia renal aguda porque se ha deshidratado, ha tomado un medicamento que le ha ocasionado
el problema o tiene un problema en la próstata que le impide orinar bien, no tiene ningún sentido efectuar una biopsia. Pero si tras
descartar todas las posibles causas sigue sin quedar claro su origen, quizá entonces estaría indicado su realización.
- si hay perdidas de proteínas o de sangre a gran escala por los riñones, y siempre una vez descartadas otras
causas como cálculos (piedras) urinarios,
infecciones de orina...
- en el caso de algunas
enfermedades que afectan también a otros
órganos, como por ejemplo, lupus
eritematoso, vasculitis, síndrome de Goodpasture..., donde
en función del tipo de afectación renal, el tratamiento va a ser diferente.
Y en general no se realiza
biopsia renal en los siguientes casos:
- si hay una insuficiencia renal
crónica (es decir, el mal
funcionamiento de los riñones lleva mucho tiempo de
evolución, y por tanto, ya no podremos
curar, pero si prevenir que vaya a más )
- si hay afectación en los riñones por diabetes (se trata controlando los niveles de azúcar y controlando la pérdida de proteínas)
- si hay un problema de reflujo
(mal vaciamiento de la orina), donde el tratamiento consistirá en corregirlo.
- y, en general, en cualquier
enfermedad renal donde tengamos claro el tratamiento que debemos llevar a cabo.
Podemos resumir, diciendo que la
biopsia renal sería como el plano que nos hace
falta en un cruce (enfermedad renal) para saber que dirección tomar (tratamiento a instaurar), pero si ya
sabemos nuestro camino no tiene ningún sentido
que compremos un mapa.
¿Cuándo no se puede realizar una biopsia renal?
Además de las situaciones anteriores, donde la realización de una biopsia no aporta nada, hay algunas
circunstancias donde puede entrañar
algunos riesgos el efectuar esta técnica. Veámoslos a continuación:
- en caso de problemas importantes
de coagulación, pues podría producirse sangrado en el riñón donde se pincha para extraer la muestra.
- en hipertensión arterial muy elevada, por la misma razón: hemorragia importante
- en caso de infección de orina, ya que al pinchar se podrían extender las bacterias por otros sitios
- en caso de quistes en los riñones grandes y abundantes. Como se encuentra el riñón con grandes huecos, al
pinchar se podría romper algún quiste y desencadenarse un problema importante.
- en caso de enfermedad importante
en otra órgano que impida llevar a cabo
la técnica de manera segura. Por
ejemplo, personas con problemas respiratorios que se ahoguen tumbados, enfermedades severas de corazón, o mal funcionamiento de hígado...
Por lo tanto,siempre habrá que sopesar los riesgos/beneficios de
realizar una biopsia renal y si son más los primeros, no hacerla en ningún caso.
Para más información sobre indicaciones y
contraindicaciones de esta técnica se puede consultar el siguiente enlace.
No hay comentarios:
Publicar un comentario