La hipertensión arterial constituye un
importante problema de salud, ya que sobre todo en los países occidentales,donde el número de personas afectadas por esta patología no para de incrementarse. Habitualmente en
su tratamiento se suelen emplear medicamentos hipotensores (de los que ya hemos
hablado en este blog), así como otras treapias llamadas no farmacológicas, que han demostrado su eficacia, y que deben
realizarse siempre en toda persona hipertensa, como son la reducción del consumo de sal y la práctica del ejercicio físico. Hoy hablaremos sobre otra de
estas medidas no farmacológicas, como es la práctica de yoga, y revisaremos si hay
algún estudio que haya comprobado
algún beneficio en el control de la
tensión arterial.
¿Se ha demostrado una mejoría en los valores de tensión arterial tras la práctica de yoga?
Para responder a esta pregunta,
hemos de realizar una búsqueda de estudios donde se evalúe la variación de la tensión arterial con la práctica de yoga. Pues bien, en los últimos años han proliferado las publicaciones sobre este tema, por lo que
comentaremos algunas de las más recientes.
Por ejemplo, en enero de este año 2014 se publicó en la revista Journal of Clinical Hypertension un trabajo realizado en Estados Unidos donde se
comparaba el efecto de la práctica de yoga frente a la
realización de ejercicio anaeróbico (pesas, abdominales...) en personas con
hipertensión arterial grado 1, es decir,
elevación leve de la tensión arterial. Mientras en el grupo que hizo ejercicio no variaron los valores de presión, en el de yoga, disminuyeron en torno a 4
mmHg (una reducción discreta).
En 2013 se publicó en la revista Evidence-Based
Complementary and Alternative Medicine una revisión de varios trabajos previos donde se
analizaban los efectos de la práctica de
yoga en personas con hipertensión
arterial. La conclusión fue que los valores de tensión arterial disminuían en torno a 4 mmHg, pero que en aquellos casos en que se había realizado además meditación y técnicas de respìración el descenso era de casi 9 mmHg. Por tanto,
los autores recomendaban la práctica de
yoga (junto con meditación y técnicas de respiración) en personas con valores de tensión arterial elevada.
Otra revisión sobre el tema realizada en China el año pasado, analizaba igualmente los resultados
de varios trabajos previos. Las conclusiones a las que llegaron es que, si bien
algunos estudios no eran muy valorables por el método de análisis que se había seguido, parece que se observaba una mejoría en el control de la tensión
arterial tras la práctica de yoga.
Entonces, ¿en qué casos se indica y contraindica la práctica de yoga?
Parece evidente que hay un
beneficio moderado en el control de la tensión arterial con la práctica de yoga. Por tanto, estaría muy indicado en aquellas personas que
presentan valores discretamente elevados de presión arterial, con el fin de retrasar en lo posible el inicio de la toma
de medicamentos. Claro está, que en estos casos, además hay que tomar otras medidas, como la
reducción de sal, pérdida de peso, ejercicio físico moderado y supresión de tabaco.
En aquellas personas que ya están tomando medicamentos, el yoga puede ayudar
a controlar las cifras de tensión
arterial y quizás podría disminuirse la dosis de algún fármaco. Es decir, no cura,
pero podría ayudar a controlar.
Sin embargo, en aquellas otras
situaciones en que la persona presente una crisis hipertensiva, (valores de tensión altísimos, acompañados de dolor de cabeza, alteraciones
visuales, mareo...) lo fundamental será bajar los valores de presión
arterial con medicamentos lo antes posible, ya que se trata de una urgencia médica. En estas situaciones cualquier ejercicio físico, como la práctica de yoga están contraindicadas; se aconseja volver a reanudar su práctica una vez estabilizados los valores de tensión arterial.
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